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A pesar de que en muchas ocasiones no se le preste la atención que merece, el Síndrome de boca seca o Xerostomía es una de las afecciones bucodentales más comunes. De hecho, se estima que afecta a uno de cada cinco adultos, lo que equivale a un 20% de la población. La incidencia es mayor en mujeres de edad avanzada ( aunque últimamente está aumentando la incidencia en la población joven) y en personas muy medicadas.
¿Qué es el Síndrome de Boca Seca?
La boca seca se define como la sensación subjetiva de no tener suficiente saliva en la boca. Este trastorno, que provoca una sequedad e incomodidad constante, se produce como consecuencia de una alteración en el funcionamiento de las glándulas salivales.
Es importante valorar si la sensación de boca seca es aislada y ocurre de manera transitoria –cuando tenemos fiebre, hablamos durante mucho tiempo o nos despertamos por la mañana- o es generalizada.
Si sientes que te falta saliva durante todo, o la mayor parte del tiempo, posiblemente padezcas Xerostomía.
¿Por qué se produce el Síndrome de Boca Seca?
Las razones más frecuentes del Síndrome de boca seca o Xerostomía están relacionadas:
- con los hábitos alimenticios: alimentos muy ácidos, ricos en azúcar o que contengan cafeína.
- con el consumo de tabaco o alcohol.
- con determinadas enfermedades sistémicas como la diabetes, el Síndrome de Sjögren o determinados tumores.
- con alteraciones psicológicas como la ansiedad la depresión o el estrés.
- con tratamientos médicos y medicamentos. Tanto el consumo de determinados fármacos –antihistamínicos, antidepresivos, ansiolíticos o antihipertensivos- como las terapias de radioterapia y quimioterapia contribuyen a disminuir la producción de saliva.
- Por último, la sensación de boca seca también puede aparecer en las personas que llevan colocadas prótesis dentales.
Síntomas que provoca la Boca Seca
El síndrome de la boca seca se manifiesta con los siguientes síntomas que van más allá de la mera incomodidad. Los más frecuentes son los siguientes:
- Dificultades durante la masticación, la deglución y el habla.
- Excesiva sed.
- Lengua áspera o irritada.
- Saliva espesa.
- Labios agrietados.
- Sequedad de garganta.
- Sensación de boca ardiente.
- Mal aliento.
- Mayor probabilidad de que aparezcan infecciones y caries.
Tratamiento del Síndrome de Boca Seca
Para poder combatir la Xerostomía es fundamental determinar el origen de la sensación de boca seca. De esta manera, el primer paso será la visita a nuestro dentista de confianza.
Dicho profesional tratará de identificar los agentes causantes de la boca seca valorando los medicamentos, las enfermedades que padezca o los tratamientos a los que está siendo sometido el paciente.
En el caso de que alguno de los factores que causa la alteración en el funcionamiento de las glándulas salivales sea reversible, será posible actuar contra él. Por ejemplo, si la xerostomía se debe al uso de un medicamento, se podrá consultar con el doctor que prescribió el fármaco si se puede cambiar, suprimir o reducir su dosis.
En otras ocasiones será posible aumentar el flujo de saliva mediante productos que contengan betaína, xilitol o aloe vera, entre otros. Hoy en día estos componentes están incluidos en chicles, pastillas, sprays, pastas de dientes o enjuagues bucales que se pueden adquirir en farmacias. Para saber cuál es la opción más indicada para ti, puedes consultar con tu odontólogo.
Sin embargo, además de todo lo anteriormente mencionado, en nuestra vida diaria podemos seguir una serie de recomendaciones que nos ayuden a evitar los inconvenientes derivados de la boca seca:
- Reducir la ingesta de alimentos con azúcares, picantes o ácidos.
- Disminuir el consumo de tabaco y alcohol.
- Beber agua con frecuencia para evitar la sensación de sed.
- Tener a mano chicles o caramelos.
- Extremar la higiene bucodental para prevenir la aparición de infecciones y caries.
- Incluir una visita anual al dentista a nuestro calendario.
Aunque en algunas ocasiones el tratamiento para combatir la falta de saliva será más complejo, otras veces la sequedad de boca puede aliviarse llevando a cabo unos sencillos cambios en nuestros hábitos diarios.
Si seguimos esta serie de pautas de manera regular, es muy posible que mejoremos no solamente la salud de nuestra boca, sino también nuestra calidad de vida.