Las caries se producen por la adherencia de restos de alimentos y bacterias a nuestros dientes, dando lugar a la llamada placa dental o biofilm. Cuando ingerimos alimentos, las bacterias de nuestra boca producen ácidos. Si este PH ácido se mantiene durante mucho tiempo, comenzará a producirse el proceso de desmineralización  del esmalte, apareciendo así la caries. Al perder el esmalte el diente pierde su defensa natural, se debilita, y las bacterias pueden avanzar más rápidamente hacia el interior (pudiendo incluso llegar a la pulpa del mismo).

En general, estas bacterias suelen adherirse a partes específicas de los dientes, como los surcos de los molares y premolares o, con algo menos de incidencia, en los cuellos de los dientes (en la unión del diente con la encía). También existe una alta prevalencia de caries en las caras interproximales de los dientes, es decir, en aquellas que se encuentran entre diente y diente y que no se ven.

Una correcta higiene dental es fundamental para mantener unos dientes sanos y fuertes. Sin unos dientes bien cuidados y en perfecto estado, la masticación estará dificultada pudiendo, incluso, producirnos problemas estomacales. Una de las enfermedades más comunes por un incorrecto cuidado de los dientes es la caries.

Asimismo, la dieta es un factor fundamental en la incidencia de la caries. Una dieta demasiado rica en hidratos de carbono aumentará notablemente el riesgo de caries.

«Aunque los problemas relacionados con la caries dental hayan disminuido ligeramente en las últimas décadas, siguen siendo una de las enfermedades más comunes en la mayoría de países, solo superada por el resfriado común.»

Para evitar la aparición de caries, una de las medidas más efectivas es la prevención. Saber si tienes caries y detectarlas a tiempo es fundamental para evitar su propagación y complicación. Las aplicaciones periódicas de un gel de flúor en clínica también ayudará a prevenir la caries.

«Una caries que no es tratada a tiempo puede derivar en la pérdida total de la pieza».

Cómo saber si tienes caries

Para una persona ajena a la odontología, saber si tienes caries durante la etapa inicial de su aparición es complicado por que es muy difícil detectarla. Apenas se aprecia a primera vista, y al no estar en contacto con el nervio, no produce dolor alguno. Por ello lo más recomendable es acudir al menos 1 vez al año al dentista y que el odontólogo pueda detectar si existe o no alguna caries.

Aunque durante las fases iniciales es complicado detectar si algún diente presenta caries, conforme avanza la enfermedad, existen algunos síntomas a los que merece prestar atención:

• Perdida de brillo en el esmalte del diente (el diente afectado comienza a cambiar de color y adquiere un tono mate).
• Aparición de manchas grises, marrones o negras.
• Mal aliento.
• Mal sabor de boca.
• Dolor al masticar algunos alimentos (especialmente dulces y ácidos).
• Sensibilidad dental a la hora de ingerir bebidas y alimentos muy fríos o muy calientes.
• Aparición de cavidades en alguna cara del dientes (en caries muy avanzadas).
• En casos dónde la caries ya ha alcanzado el nervio, pueden llegar a sentirse latidos en el diente.

Cuándo acudir al dentista

Es importante que generes el hábito de acudir a revisión a tu clínica dental al menos una vez al año. El diagnóstico precoz de la caries es fundamental para la conservación del diente.  Esta enfermedad es mucho más fácil de tratar en sus primeras etapas. Si la caries se complica se requerirá de un tratamiento más complejo, más caro y, muchas veces, más incierto.

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