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El dolor de la articulación temporomandibular aparece fundamentalmente en la población adulta joven, entre los 20 y los 40 años, y es más frecuente en mujeres que en hombres. Muchas veces se manifiesta como dolor de cabeza, de cuello o de oído, o de varias de estas estructuras, sin que la alteración de la articulación sea nunca diagnosticada. Incluso, puede maniferstarse con dolor dental.
Los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), también conocido como Sindrome de Disfunción Temporomandibular o Síndrome de dolor-disfunción, engloban una serie de alteraciones que afectan a la propia articulación temporomandibular y a las estructuras que la rodean, como son los músculos, los ligamentos, los vasos sanguíneos y los nervios.
El paciente acude al dentista, al otorrino, al médico de familia, pero rara vez llega a ser visto por un experto en patología de la ATM.
«Sólo un 4% de las personas que padecen dolor de la articulación temporomandibular reciben tratamiento.»
Tipos de trastornos temporomandibulares
El dolor de la articulación temporomandibular puede deberse a muy diferentes alteraciones.
Estos trastornos podemos clasificarlos en tres tipos:
- Trastornos neurológicos: Por suerte, poco frecuentes, ya que son muy dolorosos. El más conocido es la neuralgia del trigémino.
- Trastornos musculares. Es lo que se conoce por «Síndrome miofascial». Son los trastornos más comunes. Se dan en personas que ejercen demasiada presión con los músculos masticadores: pacientes apretadores y pacientes bruxistas (que rechinan los dientes durante el sueño). También es frecuente encontrarlos en pacientes con mala mordida, la cual genera estrés muscular a este nivel. Estos pacientes suelen presentar dolor a la palpación de los músculos afectados así como dolor al masticar y, en casos graves, la apertura de la boca está limitada. Frecuentemente, el paciente refiere dolor de cabeza, de cuello o de hombros.
- Trastornos articulares: Estos pueden ser:
1) Desplazamientos del menisco o disco articular: El paciente suele referir que «le suena la mandíbula cuando come».
2) Alteraciones de los cóndilos mandibulares: alteraciones congénitas, tumores, etc… que varían la forma redondeada del cóndilo mandibular.
3) Hiperlaxitud ligamentosa: Cuando los ligamentos que sujetan la articulación son demasiado laxos. Al abrir la boca, la mandíbula «se sale» frecuentemente de la articulación. Es lo que llamamos luxación o subluxación.
4) Enfermedades sistémicas: Enfermedades generales que afectan a la articulación temporomandibular como la artritis reumatoide, artrosis, etc….
Tratamiento del dolor de la articulación temporomandibular
Dependiendo del trastorno que provoca el dolor de la articulación mandibular,
En los casos de origen neurológico, el tratamiento se basará en fármacos específicos y en cirugía para aquellos casos en los que la medicación no corrige el dolor.
En los trastornos de origen muscular, trataremos el dolor de la articulación mandibular con ayuda de fisioterapia (masajes en los músculos afectados), electroterapia ( ultrasonidos o TENS para paliar el dolor), termoterapia (aplicación de calor-frío) y férulas oclusales.
En las alteraciones de origen articular, cuando la causa en un desplazamiento de disco, trataremos el problema con férulas oclusales específicas. Asimismo, podremos ayudarnos de la fisioterapia o electroterapia para el control del dolor. En casos graves, habrá que recurrir al lavado articular (artrocentesis) o a la inspección intraarticular (artroscopia). En las alteraciones de forma, recurriremos a la cirugía para devolver al cóndilo su anatomía correcta y en los casos de enfermedades sistémicas trataremos el problema de origen con el especialista adecuado.
Férulas oclusales
Existen muchos tipos de férulas en función de las necesidades de cada paciente. El tratamiento del dolor de la ATM requiere, por encima de todo, un buen diagnóstico. Sólo así, el tratamiento elegido dará los resultados esperados.
