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¿Qué es una endodoncia?
La pulpa es la parte central del diente donde se encuentran los vasos sanguíneos que nutren el diente y los nervios. Ésta se encuentra en la cavidad pulpar, que es la parte que comprende la corona del diente y en los conductos radiculares, que están en el interior de las raíces y que acaba comunicando con el hueso de los maxilares a través del foramen apical.
¿Qué síntomas nos indican que hay que hacer una endodoncia?
- Dolor ante estímulos fríos y calientes en un diente con caries.
- Dolor espontáneo sin estímulos o por la noche.
- Diente que se decolora u oscurece.
Pueden existir antecedentes de un golpe en el diente o de la realización de una obturación (empaste) profunda aunque, en la mayoría de los casos, las endodoncias se realizan a causa de una caries que ha evolucionado demasiado en el tiempo y ha llegado a afectar al nervio.
Debemos tener en cuenta que, a veces, el diente no duele a pesar de que la caries haya afectado a la pulpa de manera irreversible.
¿Duele una endodoncia?
Lo que sí es habitual, aunque no ocurre siempre, es que el diente endodonciado moleste durante unos días después de realizado el tratamiento de conductos. Simplemente con un antiinflamatorio oral podremos controlar estas molestias tras la endodoncia.
¿Qué ocurre si una endodoncia continúa doliendo pasado el tiempo?
Aunque, el tratamiento endodóntico tiene un índice de éxito del 90%, es cierto que, en un pequeño porcentaje, puede no solucionar el problema. El dolor persistente tras una endodoncia puede deberse fundamentalmente a:
- No haber conseguido limpiar bien el interior del diente, bien por problemas anatómicos como raices demasiado curvas, conductos calcificados o pequeños conductos accesorios que no se detectan. Si esto ocurre, la infección que se producirá después producirá dolor e inflamación.
- No haber condensado bien el material que utilizamos para sellar los conductos, con lo que las bacterias pueden terminar colonizándolos de nuevo.
- Haber dejado el relleno demasiado corto o, por el contrario, largo en exceso, sobrepasando la longitud de la raiz del diente.
- No habernos dado cuenta de que el diente presente una fractura vertical, a veces complicada de diagnósticar en fases iniciales.
En los tres primeros casos, podemos intentar solucionar el problema realizando una reendodoncia del diente afectado. Se removerá todo el material de relleno de los conductos, se limpiarán a fondo los conductos y se sellarán de nuevo.
En el último supuesto, cuando hay una fractura vertical del diente, el problema no tiene solución. Deberemos proceder a la extracción del diente y a la posterior colocación de un implante dental.
Por todo lo anterior, es muy importante señalar que el tratamiento endodóntico debe ser realizado por un profesional experimentado en este tipo de tratamiento.