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¿Qué factores influyen en la enfermedad de las encías?
Existen varios factores de riesgo que causan enfermedad en las encías provocando una encía sensible, inflamada e incluso sangrante.
Entre esos factores destacan:
- El tabaco.Es de los factores externos más significativos que provocan enfermedad en las encías ya que reduce la vascularización de la zona. Además puede reducir la efectividad de algunos tratamientos.
- Enfermedades sistémicas como la Diabetes. Los diabéticos tienen una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades en las encías. Por ello, requieren cuidados más exhaustivos y mucha más atención.
- Determinados tratamientos muy agresivos, como los que se aplican en el cáncer o VIH, alteran mucho la mucosa gingival.
- Síndrome de la boca seca (Xerostomia). Caracterizada por la disminución del flujo salival, la provocan ciertos medicamentos, tratamientos de radioterapia o enfermedades autoinmunes. Teniendo en cuenta que la saliva es la encargada de mantener la boca limpia e hidratada, la ausencia de la misma, va provocar serios problemas en las encías.
- Cambios hormonales en mujeres adultas y adolescentes, provocan en ocasiones encías sensibles y gingivitis.
- Genética. La herencia ocupa un papel relevante en toda la patología que afecta a la encía y al resto de tejidos de soporte. Deberemos extremar los cuidados si tenemos antecedentes familiares con problemas a este nivel.
¿Cómo sé si tengo enfermedad en las encías?
Varios son los síntomas que nos pueden alertar de enfermedad en las encías. Cuando nos percatemos de ello, lo adecuado es acudir a nuestro odontólogo a la mayor brevedad. Estos síntomas son:
- Encías sensibles, que sangran al cepillado.
- Encías rojas e inflamadas.
- Encías retraídas.
- Dolor al masticar y sensibilidad dental al ingerir alimentos fríos o calientes.
- Mal aliento constante.
- Movilidad dental.
Una vez en la consulta, el odontólogo que examine nuestras encías nos hará un cuestionario de salud para clarificar nuestros antecedentes familiares, posibles malos hábitos alimenticios o una mala práctica de higiene. También con este cuestionario se valoran los factores de riesgo externos, como si el paciente es fumador.
Para el examen oral, se utiliza una sonda milimetrada que se introduce entre la encía y el hueso en cada uno de los dientes, midiendo así las bolsas periodontales que hacen que nuestras encías estén sensibles. Esta prueba no es dolorosa.
También se recomienda hacer una serie radiográfica para valorar la pérdida de hueso de cada diente.
Asimismo, los análisis microbiológicos nos darán datos muy importantes para el diagnóstico y el tratamiento a aplicar en cada caso.
Si las pruebas dan positivas y todo indica que estamos ante una enfermedad periodontal, se realiza un diagnostico en firme y una propuesta de tratamiento.
Debemos tener siempre en cuenta que la enfermedad periodontal es una patología crónica por lo que, tan importante como realizar un diagnóstico y tratamiento adecuados, son las posteriores visitas de mantenimiento para tener controlado el avance de la Enfermedad Periodontal. Asimismo, será también fundamental adoptar y mantener unos correctos hábitos de higiene.
Recomendaciones para mejorar tus encías sensibles
Si actualmente consideras que tienes algunos de los síntomas que antes describimos ,las siguientes recomendaciones te ayudaran a mejorar la sensibilidad de tus encías:
- Utiliza pasta dental y enjuague específico para el tratamiento de las encías. Aplícalos tres veces al día y, tras el cepillado, utiliza la seda dental para acabar de arrastrar los restos de alimentos.
- Evita las bebidas muy frías. Cuando existen encías retraídas, parte de la raíz del diente queda al descubierto. Esto aumenta la sensibilidad dentaria al frío y al calor.
- Deja de fumar. El éxito del tratamiento está muy condicionado por las toxinas del tabaco.
- Realiza el tratamiento indicado por tu odontólogo.
Y, sobretodo, no dudes en visitar a tu dentista siempre que lo consideres necesario. ¡La mejor medicina que hay es la preventiva!