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Existen hábitos fisiológicos o correctos como son la deglución (tragar), la masticación, el habla o la respiración por la nariz. Por otro lado, existen los hábitos nocivos en los niños. De entre ellos, los más frecuentes en la infancia son la succión del pulgar, la deglución atípica y la respiración oral.
Estos hábitos, no corregidos a tiempo, pueden producir graves alteraciones en el crecimiento de los maxilares. Por ello, es fundamental concienciar a los padres de la importancia de corregir el hábito nocivo en los niños lo más precozmente posible.https://www.clinicadentallarranaga.com/blog/ortodoncia-interceptiva/
«Un hábito es la costumbre adquirida por repetición de un mismo acto.»
Para ayudar al pequeño a abandonar el hábito nocivo, lo mejor es hablar con él y premiarle cuando se esfuerza en mejorar. Según los psicólogos, es desaconsejable el castigo o recriminar al niño insistentemente. Los logopedas juegan un papel muy importante en el control de los hábitos nocivos en los niños.
¿Cuáles son los hábitos nocivos en los niños más frecuentes?
Succión del pulgar
La presión continuada del dedo en el paladar deforma el maxilar superior así como las arcadas dentarias. El hueso maxilar se vuelve estrecho y profundo y los dientes anteriores superiores se vuelcan hacia delante. Si el hábito no perdura en el tiempo, lo normal es que con el crecimiento del niño, el paladar recupere su forma original pero, si el niño continúa chupándose el dedo más allá de los 2 años, la posibilidad de que acabe necesitando un tratamiento de ortodoncia aumentará considerablemente. El tratamiento de este hábito nocivo en los niños pasa por la actuación del psicólogo infantil, así como de determinados productos con mal sabor, o el clásico guante de lana de angora para dormir.
El uso del chupete y/o del biberón más allá de los dos años, también contribuyen también a la deformación del paladar.
Deglución Atípica o Deglución Infantil
La interposición de la lengua entre los dientes superiores e inferiores al tragar es otro hábito nocivo en los niños. Lo denominamos Deglución Atípica, Deglución Infantil o Interposición Lingual. Al interponer la lengua entre los dientes, se va creando una mordida abierta (imposibilidad de juntar los dientes anteriores al cerrar la boca), sumado a la proyección hacia adelante de los dientes anteriores, tanto superiores como inferiores. Esto iría acompañado de falta de tonicidad en el labio superior, falta de sellado de los labios y problemas en la pronunciación de los sonidos de las letras D,T y S.
Existen ejercicios para instruir al niño en la posición correcta de la lengua, así como pequeños dispositivos que nos ayudarán a conseguirlo. Deberemos reeducar la posición de la lengua y tonificar los labios. Tras solucionar el hábito nocivo en el niño, trataremos con ortodoncia la deformidad causada (tanto menor cuanto antes atajemos el problema).
Respiración Oral
La respiración correcta es la nasal. Cuando existe un obstáculo que impide en correcto paso del aire por la nariz, el niño empieza a respirar por la boca. La respiración oral es otro de los hábitos nocivos en los niños. Factores alérgicos, amígdalas o vegetaciones muy grandes, tabiques nasales desviados, etc…. hacen que la respiración oral se instaure, ocasionando graves alteraciones en el crecimiento de los maxilares.
Rasgos del respirador oral:
- Presencia de ojeras.
- Cara larga.
- Problemas para cerrar los labios de forma espontánea.
- Presencia de labio superior corto, mostrando constantemente los dientes superiores.
- Encías inflamadas.
- Lengua en posición baja.
- Cabeza y cuello en posición adelantada respecto al resto del cuerpo.
La respiración oral conlleva deformidades a nivel de los maxilares:
- El maxilar superior se vuelve estrecho y profundo, con los dientes anteriores apiñados y mordida cruzada posterior.
- La mandíbula rota hacia atrás por una posición baja de la lengua y la presencia de la boca abierta.
El tratamiento fundamental será eliminar el obstáculo que está ocasionando la respiración oral. Posteriormente, instruiremos al niño en una correcta respiración.
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taniamesa.es
Como padre, enfrentar adversidades es inevitable. Es vital estar preparado en primeros auxilios para proteger a los niños, especialmente ante situaciones donde puedan ponerse en riesgo al llevarse objetos a la boca.