- ¿Qué son las caries? - 3 noviembre, 2016
- Encías Sensibles - 27 octubre, 2016
- Sonrisas bonitas - 20 octubre, 2016
Los implantes dentales son actualmente el mejor sistema conocido para reponer un diente perdido. Es un sistema muy conservador, ya que no hay que intervenir en los dientes vecinos a la ausencia y, una vez colocado, el paciente siempre refiere que siente la pieza como si fuera un diente propio. Pero, aunque el índice de éxito en su colocación es del 98% y, tras 15 años en boca, permanecen en buen estado el 90% de los implantes, sí pueden existir complicaciones a corto, medio y largo plazo.
No obstante, es fundamental, previamente a la colocación de los implantes, haber realizado el correcto diagnóstico del caso y la planificación adecuada del tratamiento implantológico para no encontrarnos con problemas no esperados. Por ello, los conocimientos y la experiencia del profesional en este tipo de cirugías es muy importante.
Asimismo, debemos hacer incapié en la importancia de haber realizado un correcto tratamiento de la enfermedad periodontal (piorrea) previo a la colocación de los implantes en los casos en los que el paciente la padezca.
Complicaciones a corto plazo
Tras la colocación del implante, viene el periodo que denominamos de osteointegración. En esta fase el implante se unirá al hueso, lo que le otorgará la ubicación y resistencia adecuada. Como ya hemos dicho, el 98% de los implantes se integran pero existe un pequeño porcentaje en el que no lo consigue. En estos casos, se retirará el implante y, pasado un corto tiempo, se volverá a colocar de nuevo.
Las causas más habituales que pueden provocar esta falta de osteointegración son:
- Determinados medicamentos como los bifosfonatos o tratamientos onclógicos..
- Algunas enfermedades sistémicas, como la diabetes.
- La falta de higiene en las fases posteriores a la colocación del implante.
- El tabaco, ya que reduce la vascularización de la zona.
- La presión excesiva de alguna prótesis sobre la zona.
- No haber tratado los problemas periodontales del paciente previamente a la colocación de los implantes.
Complicaciones a medio y largo plazo: Periimplantitis
Estas complicaciones tardías las denominamos periimplantitis. Definimos periimplantitis como el proceso inflamatorio de origen bacteriano que se produce en los tejidos que rodean el implante, que va provocando la pérdida progresiva del hueso que lo soporta, pudiendo incluso llegar a perderse.
Las causas de la periimplantitis podemos decir que son en esencia las mismas que las referidas en el apartado anterior.
¿Cómo se diagnostica?
Los signos que nos indican que estamos en presencia de una periimplantitis son:
- Enrojecimiento y sangrado de la zona.
- Presencia de placa bacteriana y sarro.
- Dolor en la zona (no siempre).
- Movilidad del implante.
- Sondaje mayor de 6 mm.
- Imagen radiográfica: Se ve la pérdida ósea.
La periodontitis se clasifica en 4 niveles en función del grado de destrucción ósea. En el tipo 4, la destrucción está ya tan avanzada que poco podremos hacer. Por ello, es muy importante la detección precoz del problema donde detener el proceso todavía es posible.
¿Cómo se trata?
Para tratar el problema, deberemos realizar los siguientes pasos:
- Eliminar la placa bacteriana y el sarro presente alrededor de los implantes.
- Proceder a la descontaminación y acondicionamiento de la superficie del implante.
- Instruir al paciente en una correcta técnica de higiene dental.
- Comprobar el ajuste de las prótesis y comprobar que no realicen una presión excesiva sobre los implantes.
- Desmontar y desinfectar la prótesis.
- Apretar adecuadamente los tornillos.
y, posteriormente,
- Realizar técnicas regenerativas sobre el tejido óseo perdido.
- Reducir las bolsas quirúrgicamente, para favorecer la higiene y evitar la colonización bacteriana.
Por todo esto, desde nuestra clínica, insistimos siempre en la necesidad de ser muy rigurosos en la realización de los controles periódicos posteriores a la colocación de los implantes con el fin de evitar problemas indeseables y, sobretodo, evitar que el problema esté ya tan avanzado que poco podamos hacer para salvar el implante.