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Nos parece muy importante dar a conocer lo que es la ortodoncia interceptiva. La mayoría de los pacientes nos llegan con la erupción de la dentición permanente completada y problemas óseos o dentarios ya asentados.
«La mayoría de los padres no acuden antes al ortodoncista porque desconocen las ventajas de un tratamiento precoz.»
La ortodoncia interceptiva u ortodoncia temprana se lleva a cabo para mejorar el desarrollo óseo, dentario y muscular antes de que se complete la erupción de la dentición permanente. En pacientes en crecimiento es importante guiar de manera predecible el desarrollo de la dentición. El diagnosticarlo a tiempo puede evitar grandes complicaciones en el desarrollo del niño que condicionarán su vida y que supondrán soluciones más complejas y costosas cuando el niño sea mayor y tenga, tanto los dientes como la estructura ósea, totalmente desarrollada.
¿A qué edad llevo a mi hijo al ortodoncista?
Lo recomendable es llevar al niño por primera vez al ortodoncista a los seis años. Así, se podrán diagnosticar de manera temprana problemas óseos importantes como un maxilar estrecho, una mandíbula demasiado grande o demasiado pequeña… o problemas dentarios como la falta de espacio o la existencia de dientes «de más» (dientes supernumerarios) o de dientes ausentes (agenesias). De todo esto se ocupa la ortodoncia interceptiva.
Los problemas óseos se pueden tratar con aparatología hasta los 12 años. A partir de esa edad, es casi imposible mejorar un problema en los maxilares. La alternativa es esperar a que el paciente finalice completamente el crecimiento (aprox. los 18 años) y solucionarlo con cirugía ortognática.
Asimismo, se evaluarán posibles problemas de falta de espacio para los dientes e intentaremos solucionarlos o, al menos, minimizarlos, para que el tratamiento posterior con brackets sea lo más corto y sencillo posible. Está claro que los tratamientos ortodóncicos en dos fases son tratamientos más largo pero, gracias a ellos, podremos evitar muchas extracciones de dientes definitivos y cirugías de los maxilares en el futuro.
La prevención es también fundamental en los problemas dentarios. La simple colocación de un mantenedor de espacio si un niño ha perdido un diente de leche prematuramente, evitará problemas de falta de espacio para el diente definitivo que tiene que erupcionar en su lugar.
¿Es importante controlar tempranamente los malos hábitos de mi hijo?
El diagnóstico y control de los hábitos nocivos en el niño es fundamental. Hábitos como el chupete, la succión digital (chuparse el dedo) o la deglución infantil (tragar interponiendo la lengua entre los dientes) causan graves problemas en el desarrollo de los maxilares que, no detectados a tiempo, causarán importantes deformidades óseas complejas de resolver en el futuro.
Es muy frecuente que los niños que mantiene el hábito del chupete o del biberón o que se chupan el dedo más allá de los dos años presenten paladares estrechos o mordidas abiertas. Lo primero es eliminar el hábito lo antes posible, apoyando e instruyendo a los padres para que puedan conseguirlo.
«Tras el control del hábito, la ortodoncia interceptiva podrá corregir las alteraciones que éste haya provocado, de una manera rápida, sencilla y eficaz.»
En otro tipo de hábitos, como la deglución infantil, el logopeda tendrá un papel de apoyo muy importante en la corrección de los mismos.
¿Cuánto dura un tratamiento de ortodoncia interceptiva?
Los tratamientos de ortodoncia interceptiva o tratamientos de primera fase no son tratamientos largos. Pueden durar entre 6 y 18 meses. Tras el recambio completo de los dientes, generalmente será necesaria una segunda fase de tratamiento con brackets para terminar de corregir la mordida y detallar la colocación dentaria, pero éste ya será mucho más sencillo, conservador y exitoso que si hubiéramos diagnosticado el problema a una edad más avanzada.