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La periodontitis o enfermedad periodontal es una patología bastante común entre las personas adultas. Su aparición se debe a la inflamación de la encías como consecuencia de la acumulación de placa bacteriana en los dientes. Las encías se retraen y forman bolsas alrededor del diente. Las toxinas de las bacterias y la respuesta natural del sistema inmune del cuerpo contra la infección, empiezan a destruir el hueso y el tejido conjuntivo que mantienen los dientes en su posición.
Causas de la periodontitis
La enfermedad periodontal suele ser la consecuencia de una gingivitis que no ha recibido el tratamiento adecuado. La infección se va extendiendo desde la unión entre los dientes y las encías, hacia el interior del hueso. A medida que el hueso se va reabsorbiendo, los dientes pierden sujeción, comienzan a moverse, e incluso puedan llegar a perderse.
«Esta patología no sólo pueden afectar a los dientes naturales, sino que también puede afectar a los implantes, con la consiguiente pérdida de hueso alrededor de los mismos. En estos casos, se denomina periimplantitis.»
Tipos de periodontitis
Existen dos tipos de periodontitis:
- Periodontitis crónica: Es la que más habitualmente nos encontramos en la mayoría de pacientes. La enfermedad va avanzado lentamente, dañando progresivamente el hueso.
- Periodontitis agresiva o rápidamente progresiva: En determinados casos, la enfermedad presenta un cuadro clínico agudo, avanzando muy rápido por toda la boca, y si no se trata a tiempo, provoca la pérdida de piezas en muy poco espacio de tiempo.
Periodontitis – Síntomas
Entre los síntomas de la periodontitis, el más evidente es el sangrado de las encías cuando nos cepillamos los dientes o al comer determinados alimentos duros como manzanas o zanahorias. Si las encías están sanas, no deberían sangrar.
«Conviene saber que, en las personas que fuman habitualmente, es posible que este síntoma no aparezca. El tabaco evita que las encías sangren, enmascarando una posible piorrea».
Si esto te sucede, te recomendamos que prestes atención a estos otros síntomas:
- Retracción de las encías (llegando, incluso, a verse la raíz de los dientes).
- Movilidad de las piezas dentales: Se produce cuando la enfermedad periodontal ya ha afectado gravemente al hueso (conviene no esperar a esta etapa, dónde la enfermedad ya se encontrará en un estadío muy avanzado).
- Huecos entre los dientes: Al retraerse las encías, se van formando pequeños espacios entre los dientes (triángulos negros).
- Mayor sensibilidad en las encías.
- Dientes sensibles al frío.
- Halitosis (mal aliento).
- Encías inflamadas y enrojecidas (de color rojo brillante).
Cómo evitarla
La principal manera de prevenir su aparición será con una correcta higiene dental. Además, son importantes las visitas periódicas al odontólogo, para que realice una revisión completa del estado de nuestra salud bucodental.
En nuestra clínica dental, el periodoncista realizará radiografías de todo los dientes para valorar el nivel de hueso existente y medirá la distancia entre el borde de la encía y el hueso subyacente (bolsa periodontal) con un instrumento que denominamos sonda periodontal. Además, en determinados casos también será necesario realizar estudios microbiológicos, con el fin de conocer cuáles son las bacterias concretas que están provocando la enfermedad periodontal en el paciente y así poder determinar su pronóstico y tratamiento.
En los casos en los que la enfermedad periodontal ya está instaurada, el tratamiento consistirá en dos fases:
- Una primera en la que removeremos el sarro depositado sobre las raíces de los dientes y el tejido inflamatorio de las bolsas. Podemos apoyar esta primera fase con tratamiento antibiótico.
- Una segunda, sólo en casos avanzados o agresivos, en la que practicaremos cirugía periodontal para reducir las bolsas periodontales profundas y, a veces, regenerar el hueso perdido.
«Tenemos que ser muy conscientes de que la enfermedad periodontal es una enfermedad irreversible y crónica, por lo que no debemos perderla nunca de vista. Según el caso, las visitas de mantenimiento se realizarán cada 3 ó 6 meses.»