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El implante dental es un producto sanitario destinado a ser el sustituto de la raíz del diente y sirve para soportar sus nuevos dientes fijos.
«Los dientes implantados tienen un aspecto natural, y son los que mejor recuperan la sensación de firmeza y confort de nuestros propios dientes.»
Aunque existen varios tipos de implantes dentales (actualmente están fabricados sobretodo de titanio químicamente puro), a modo de explicación sencilla podríamos decir que, los implantes dentales funcionan como un pequeño tornillo que se une al hueso de la mandíbula o del maxilar formando lo que a partir de ahora será la nueva raíz del diente.
Una vez que la nueva raíz, es decir el implante dental, se ha integrado en el hueso, se coloca sobre él la funda o el puente fijo que corresponda, de manera que tendremos los nuevos dientes bien estabilizados, y plenamente funcionales.
Cada implante dental, hace las veces de raíz artificial sobre la cual se asentará la corona o prótesis dental. En él podemos distinguir los siguientes elementos:
- Implante dental: porción que queda bajo la encía.
- Pilar transepitelial: porción de la fijación que emerge en la boca.
- Corona o prótesis: elemento que recubre al pilar y es apreciable en boca.
«Es un tratamiento seguro y fiable, con un porcentaje de osteointegración del implante del 98.5%.»
En la mayoría de los casos en los no se consigue integrar en un primer intento (1.5%), el implante puede volver a ser colocado al cabo de un tiempo. No significa que haya habido un rechazo, sino una falta de integración entre el hueso y el implante.
Cuándo utilizar implantes dentales
Se debe optar por la colocación de implantes dentales en las siguientes circunstancias:
- Para reponer dientes con una estabilidad similar a la de los naturales perdidos (evitando utilizar dientes adyacentes). De este modo se consigue rehabilitar la boca funcional y estéticamente con mayor calidad y precisión que con otros tratamientos y sin necesidad de tallar los dientes vecinos al ausente para apoyarnos sobre ellos.
- Para facilitar un anclaje estable y seguro para las prótesis dentales móviles.
- Para conseguir que el hueso de los maxilares mantenga su función y no pierda volumen por reabsorción, evitando así el deterioro de los tejidos y el aspecto de cara envejecida por formación de pliegues y arrugas.
- Para posibilitar anclajes que permitan efectuar otros tratamientos, como los ortodónticos u ortopédicos, que de otra forma serían imposibles de realizar.
¿Qué son los implantes dentales cortos?
Los implantes dentales tradicionales son aquellos que miden más de 8.5 mm, y son los que suelen ser utilizados de manera más habitual para la implantanción de piezas. No obstante, para que este tipo de implantes dentales puedan ser utilizados han de darse las condiciones adecuadas en el maxilar que va a alojarlos.
En determinados casos, si el hueso residual tras la pérdida de una pieza, es demasiado escaso, introducir un implante tradicional puede conllevar riesgo de lesionar el nervio dentario inferior o el seno maxilar, o incluso tener que realizar cirugías más complejas de injertos óseos, más costosas y más prolongadas en el tiempo.
Por ello, como alternativa novedosa, durante los últimos años han aparecido los implantes dentales cortos (menos de 8.5 mm), que nos permiten colocar implantes en casos donde antes no era posible.